Escuelas en San Francisco de Macorís operan en condiciones precarias y sin supervisión oficial

San Francisco de Macorís. – Estudiantes de diversos centros educativos en este municipio cabecera de la provincia Duarte asisten a clases en condiciones de extrema precariedad: sin porteros, con techos de zinc deteriorados, filtraciones, hoyos en las aulas, falta de personal de limpieza y paredes improvisadas con pedazos de madera.

Según denuncias de la seccional de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), la presencia de las autoridades encargadas del mantenimiento y supervisión de la infraestructura escolar ha sido prácticamente inexistente.

A esta situación se suman múltiples obras de construcción y remozamiento que llevan años detenidas o avanzan a paso lento. En consecuencia, docentes se ven obligados a impartir clases en entornos inseguros que ponen en riesgo tanto su integridad como la del estudiantado.

Uno de los casos más críticos es el de la Escuela Eusebio Manzueta, donde la construcción de una nueva edificación apenas muestra varillas expuestas rodeadas de maleza. Mientras tanto, los estudiantes reciben clases en espacios improvisados como la cocina, la biblioteca, la dirección y áreas al aire libre.

Como medida provisional, la comunidad escolar tomó prestado un centro comunal cercano y lo dividió con cartones para crear aulas, pero según informó Wady Paredes, representante de la ADP, la comunidad ha solicitado la devolución del espacio, lo que podría agravar aún más la situación.

Otras escuelas como Padre Las Casas presentan pisos agrietados y baños al aire libre con puertas inservibles. En sus alrededores, sin pavimentar, circulan animales como gallinas.

La Escuela Hilma Contreras opera con techos de zinc dañados, estructuras inconclusas y aulas en mal estado, mientras que el Centro Educativo Juana Saltitopa carece de personal de limpieza, por lo que maestros y directivos deben encargarse de esa tarea.

Faltan servicios esenciales

La ausencia de comedores, cocinas, laboratorios, bibliotecas, salones de actos, canchas deportivas, verjas perimetrales y personal de seguridad afecta al Liceo María Teresa Mirabal, la Escuela Abel Aranda Olivier, la Escuela Emilio Prud’Homme, la Escuela Ana Celeste Fernández, la Escuela María Altagracia Paula, y otras más.

También presentan múltiples carencias el Centro Educativo Concepción Bona, Escuela Minerva Mirabal, Escuela María Modesta Cruz, Centro Educativo Tomasina de la Cruz, Escuela Ana Emilia Abigail Mejía y el Centro Educativo Salvador Then.

En la Escuela Angélica García se reportan necesidades urgentes como la construcción de cisternas, baños, aulas y canchas. Problemas similares se repiten en los centros Andrés García Rosario, Gastón Fernando Deligne, Carmen García, Juan Bosch y Ángel María Duarte Rojas, todos sin porteros ni condiciones básicas de seguridad.