Connect with us

Opinion

El Mirador – Lo que arrastra la negociación de la guerra en Ucrania

Las complejas negociaciones que ya desarrollan Estados Unidos y Rusia, a través de sus Presidentes, buscan tener, para los norteamericanos, significativos más allá de la guerra en Ucrania.

Donald Trump busca ganar poder económico por las inversiones en asuntos militares, realizadas para fortalecer a la invadida Ucrania, de parte de Rusia, pero también establecer mensajes de advertencias a aquellos gobernantes que mantienen políticas de controversias con Estados Unidos.

Europa será la gran perdedora en estas negociaciones entre Vladimir Putin y Trump. ¿Por qué? Porque Europa se acomodó con el apoyo militar que recibía a través de la Organización del Atlántico Norte (OTAN), aportando-la mayoría de sus países miembros-hasta un uno por ciento de sus presupuestos estatales, dejando que Estados Unidos fuese el responsable de la totalidad de los gastos operacionales.

¡Pero los más favorecidos con la OTAN son los europeos! Rusia se va a quedar con la mayoría de los territorios ocupados. Si se analiza bien esa guerra, por el alto costo con millares de muertos de ambos países y la terrible inversión en equipos militares, hay que decir que ambas naciones son perdedoras. Hay que señalar que Rusia tiene más de 140 millones de habitantes y Ucrania algo más de 40 millones de personas.

Rusia es la segunda potencia militar del mundo y Estados Unidos la primera. China es la tercera. El hecho de que las negociaciones son realizadas por los Presidentes Trump y Putin, ignorando el papel de Europa, estable que, en el fondo, todo está decidido, aunque el secreto es sólo para ir acomodando el pensamiento de los europeos, los cuales manejaron muy mal esa crisis en su Continente.

Es casi seguro que en las elecciones presidenciales de Ucrania, que también está en las negociaciones, la estrategia de los líderes mundiales que participan en las mismas, es dejar fuera del gobierno al Presidente Volodímir Zelenski, que está demostrando ser un gran guerrero en defensa de su patria. ¡Pero la palabra final en materia de elecciones, la tienen los ucranianos!

Vladimir Putin ganará mucho en esas negociaciones para terminar la guerra que él inició, pero también Trump, que también busca el apoyo del jefe de Estado de Rusia para otros de sus planes, entre los cuales podría estar la caída del poder del gobernante de Venezuela, Nicolás Maduro, como su idea de controlar a Groelandia y anexarse a Canadá.

Los planes de Trump y Putin también incluyen debilitar el expansionismo económico de China, la cual-hábilmente- se mantiene distante de la guerra en Ucrania, en busca de ampliar sus relaciones con Europa y América Latina.

No hay ninguna duda de que Europa buscará acercarse más a China en esta crisis. ¡Y eso lo saben Trump y Putin! Pero Trump se está adelantando con la imposición de aranceles.

China viene juzgando una gran estrategia como potencia económica y militar, metiéndoles miedo a sus adversarios, exhibiendo equipos militares modernísimos, pero a decir verdad los chinos abandonaron los planes de guerras desde la década de los 70, para irse apoderando del mundo en materia comercial, aunque no renuncia a la conquista de Taiwán, que dice es una de sus provincias.

En República Dominicana, para poner un ejemplo, los comerciantes chinos están desplazando a los dominicanos. Y lo mismo ocurre en muchos otros países de la región.

Es lógico que Trump está fortaleciendo el poder económico de Estados Unidos, dejando de malgastar billones de dólares para financiar el aborto, la homosexualidad y otros que el jefe de Estado rechaza.

La mayoría de ciudadanos norteamericanos está apoyando las diferentes políticas del Presidente Trump, porque en verdad los demócratas convirtieron a Estados Unidos en un gran desorden, especialmente con su política de géneros.

 El Presidente Trump busca mejorar la economía interna, por lo que es casi seguro que comenzará a aplicar estrategias en todas las naciones, incluyendo a países del bloque socialista, fortaleciendo las monedas para que las importaciones de productos que hace Estados Unidos, que son ínfimas con relación a sus exportaciones, lleguen a precios más baratos a favor de sus consumidores.

Para eso se necesitará de bajas en los precios del dólar, que en nuestro país ya sobrepasó los 62 pesos por uno, el valor más alto en la historia monetaria.

Entre más alto está el precio del dólar, más caro tiene que comprar los productos importados Estados Unidos, y qué decir de los dominicanos en general.

Con la baja el precio del dólar, que podría promover Trump, no está desvalorizando a éste, sino quitándoles presión a las monedas extranjeras, especialmente a las latinoamericanas.

Si los precios de los productos que importa Estados Unidos bajan y ese país aumenta sus exportaciones, podría convertirse en la mayor estrategia comercial de la gran potencia. ¡Es que Trump no sólo está negociando la guerra en Ucrania, sino tratando de modificar el aterrador orden económico mundial!

El Presidente norteamericano podría estar buscando que los importadores latinoamericanos, europeos y de otras naciones, puedan comprar más artículos a la gran nación con menos dinero, como es el caso de República Dominicana, que ese sector, como el resto de los demás núcleos, tiene que pagar más de 62 pesos para obtener un dólar, lo que encarece el costo de la vida y disminuye las ventas de artículos.

Estados Unidos pierde, no gana, con el alto precio de su moneda fuera de su territorio. Entre más barato esté el precio del dólar fuera de Estados Unidos, mayores serían las compras de vehículos, alimentos, medicinas y otros productos a beneficio de esa potencia económica, porque vendería más. Decimos fuera de su territorio, porque se sabe que hay sectores en Estados Unidos que buscan dólares para canjearlos, especialmente en América Latina.

¡Eso sería fatal para China, que se sigue expandiendo por el mundo, especialmente en América Latina y Europa! Estados Unidos es el mayor exportador de productos hacia América Latina, por lo que necesita que la región mejore económicamente, no para comprarle masivas cantidades artículos, sino para venderle.

¿Por qué? Porque China está elaborando productos para venderlos a bajos precios, más corrientes que los de Estados Unidos y Europa, pero con mayor venta, porque el consumidor, especialmente el de clase baja, soluciona su problema con menos dinero.

Pensamos que la colocación de nuevos aranceles a países aliados, como México, no es una buena política del Presidente Trump, debido a que los afectados buscarán “nuevos protectores”, como es el caso de China.

¡Así Estados Unidos disminuiría su presencia comercial y China seguiría creciendo en áreas de influencias norteamericanas! Pero hay que decir que hoy Estados Unidos es mucho más fuerte que ayer.  Y, como estratega comercial que es Estados Unidos, está en la obligación de aplicar políticas que incentiven las compras en su mercado.

También hay que señalar que Estados Unidos y Rusia se entienden con más facilidad, en virtud de que participaron aliados en la Segunda guerra mundial. Para Estados Unidos y Rusia, su gran problema comercial es China. Los rusos y los chinos saben que entre ellos no hay confianza, aunque ambos quieren dar a entender que son amigos.

En la práctica, Estados Unidos y Rusia son mejores aliados, aunque algunas veces se palean. No hay que ignorar que los Presidentes Trump y Putin son dos de los hombres más ricos del mundo, lo que incide para que ambos se entiendan.

¡Gracias por leernos!

Opinion

La doble matanza de la escuelita

Cuando las escuelas públicas eran escasas y era casi imposible acoger la población en edad escolar, cuando los profesores recibían salarios de miseria, etc. Entonces, las escuelitas de patio resolvían, en parte, las deficiencias. Eran un respiro económico.

La deficiencia de planteles escolares parecía insuperable por parte de gobierno. La precariedad se extendía por igual al cuerpo docente. Las consecuencias en las comunidades rurales eran catastróficas. Sin que lo anterior implique que las zonas urbanas rebosaban de centros educativos. Para nada.

Los barrios, repartos y urbanizaciones de la época aventajaban a las secciones y parajes porque a nadie se le ocurría instalar un colegio privado en el campo. En cambio, las tramas urbanas tenían colegios grandes y chiquitos, caros y baratos. El descuido en el sistema de educación pública hizo cada vez más rentables las ofertas privadas.

Para que se tenga una idea de la precariedad, un centro escolar cubría un área tan extensa como poblada. La escuela Benigno Filomeno de Rojas, ubicada frente a la Catedral Metropolitana “Santiago Apóstol” y el Parque Duarte (antiguo central), por ejemplo, abarcaba La Joya, Baracoa, centro histórico, Bella Vista, Pastor, Pekín y La Yagüita.

La Escuela Colombia, como también la llamaban, incluía a Nibaje, Villa Jagua y parte de La Herradura. En ese mismo perímetro hoy existen cerca de ocho centros con tandas extendidas. Sin contar los colegios privados.

La carencia de profesores, sumado a los salarios de miseria que devengaban, agudizaba aún más la crisis. Tenían que conformarse con salario mínimo. A sabiendas que una buena proporción de estos no alcanzaban —más en lo rural— ni tan siquiera a ser bachilleres.

Para perpetuar la calamidad del sistema educativo los niños, para ser aceptados en las escuelas debían tener 6 años cumplidos. Todo este panorama sombrío generó lagunas en el plano técnico-metodológico del estudiantado. También justificó la proliferación de las escuelitas de patio (Escuelitas Particulares).

La escuelita

¡Qué-qué! Qué usted nunca estuvo en una escuelita de patio. Entonces sucedió una de dos: primero, lo inscribieron en la escuela a los 7 años de edad; segundo, nació después del año 1994.

Y tomo de referencia el año 1994, porque en el periodo 1992-2002 se puso en marcha el primer Plan Decenal de Educación de la República Dominicana. Lo que quiere decir que, en 1994 el programa estaba en la etapa de consolidación.

Para los fines del Plan Decenal se consensuaron en el proceso de consultas los objetivos básicos siguientes:

  • Reformar el currículo para mejorar la educación
  • Mejorar la condición docente
  • Reformar la institución para lograr mayor eficiencia
  • Fom

    Cuando las escuelas públicas eran escasas y era casi imposible acoger la población en edad escolar, cuando los profesores recibían salarios de miseria, etc. Entonces, las escuelitas de patio resolvían, en parte, las deficiencias. Eran un respiro económico.

    La deficiencia de planteles escolares parecía insuperable por parte de gobierno. La precariedad se extendía por igual al cuerpo docente. Las consecuencias en las comunidades rurales eran catastróficas. Sin que lo anterior implique que las zonas urbanas rebosaban de centros educativos. Para nada.

    Los barrios, repartos y urbanizaciones de la época aventajaban a las secciones y parajes porque a nadie se le ocurría instalar un colegio privado en el campo. En cambio, las tramas urbanas tenían colegios grandes y chiquitos, caros y baratos. El descuido en el sistema de educación pública hizo cada vez más rentables las ofertas privadas.

    Para que se tenga una idea de la precariedad, un centro escolar cubría un área tan extensa como poblada. La escuela Benigno Filomeno de Rojas, ubicada frente a la Catedral Metropolitana “Santiago Apóstol” y el Parque Duarte (antiguo central), por ejemplo, abarcaba La Joya, Baracoa, centro histórico, Bella Vista, Pastor, Pekín y La Yagüita.

    La Escuela Colombia, como también la llamaban, incluía a Nibaje, Villa Jagua y parte de La Herradura. En ese mismo perímetro hoy existen cerca de ocho centros con tandas extendidas. Sin contar los colegios privados.

    La carencia de profesores, sumado a los salarios de miseria que devengaban, agudizaba aún más la crisis. Tenían que conformarse con salario mínimo. A sabiendas que una buena proporción de estos no alcanzaban —más en lo rural— ni tan siquiera a ser bachilleres.

    Para perpetuar la calamidad del sistema educativo los niños, para ser aceptados en las escuelas debían tener 6 años cumplidos. Todo este panorama sombrío generó lagunas en el plano técnico-metodológico del estudiantado. También justificó la proliferación de las escuelitas de patio (Escuelitas Particulares).

    La escuelita

    ¡Qué-qué! Qué usted nunca estuvo en una escuelita de patio. Entonces sucedió una de dos: primero, lo inscribieron en la escuela a los 7 años de edad; segundo, nació después del año 1994.

    Y tomo de referencia el año 1994, porque en el periodo 1992-2002 se puso en marcha el primer Plan Decenal de Educación de la República Dominicana. Lo que quiere decir que, en 1994 el programa estaba en la etapa de consolidación.

    Para los fines del Plan Decenal se consensuaron en el proceso de consultas los objetivos básicos siguientes:

    • Reformar el currículo para mejorar la educación
    • Mejorar la condición docente
    • Reformar la institución para lograr mayor eficiencia
    • Fomentar la participación de la comunidad en la gestión educativa
    • Lograr que la educación reciba el 2% del PIB

    Una observación somera a posteriori bastaría para saber que los propósitos propuestos —en su mayoría— se superaron con creces. Sólo la mezquindad no logra verlo.

    Los resultados de este primer Plan Decenal dieron al traste con la proliferación de escuelitas de patio hasta desaparecerlas.

    La escuelita era una opción para adelantar la alfabetización antes de llegar al sistema formal de educación. Como se dijo arriba, los niños debían tener 6 años cumplidos para que el sistema formal los inscribiera en primero de la primaria. Porque en la época eran desconocidos los niveles de Párvulo, kindergarten o Preescolar.

    El ingreso a la escuela antes de los 6 años, por derivación de lo anterior, se hacía innecesario. Porque los niveles Párvulo, kindergarten o Preescolar son los responsables de modelar las funciones motoras de los niños.

    Aclaro que la palabra kindergarten significa en español: jardín de infancia, guardería o parvulario.

    Las debilidades señaladas antes vienen a ser suplidas —en parte— por las escuelitas de patio. Y digo en parte porque estos centros informales sólo se ocupaban de ensenar a leer e inducir los comportamientos cívicos necesarios.

    Los casos de escuelitas impulsadas por profesoras que tenían su plaza en el sistema formal de educación eran comunes. Las que tenían esta condición solían tener mayor clientela. Si. Porque luego estas maestras servían de garantía para que el niño fuera admitido en la escuela pública. Recuerde que estas eran pocas.

    Había niñas, inclusive, que las inscribían en segundo o tercer grado de primaria debido a que la maestra de la escuelita las recomendaba. Lo que significa que de manera velada el sistema estatal las asumía como una opción válida.

    Las escuelitas eran, además, el centro de entrenamientos para las profesoras en el arte de la pedagogía. Estas, no obstante, ya eran expertas en otro arte, en el arte y método conocido como la “pedagotabla”, consistente en lograr la atención del estudiante a golpe de regla. Las reglas de un metro las fabricaban de tablas de madera.

    El doble pley se consumaba debido a que las profesoras se granjeaban —con la escuelita— un ingreso adicional al salario de miseria que recibían.

    La escuelita tradicional caló tanto que, Freddy Beras Goico (1940-2010) escribió un libreto para una comedia que todavía hoy conserva vigencia. “La Escuelota”, es sin dudas, una comedia icónica, una sátira de la escuelita.

    El tiempo impuso su paso infalible. El Plan Decenal, tras la eficiencia de una y otra versión, terminó integrando la función de las escuelitas al sistema formal de educación pública.

    Pero como el reciclaje puede aplicarse a prácticas distintas, las escuelitas mutaron a la modalidad de Sala de Tareas. Se adaptaron para ofertar servicios a los estudiantes con problemas de retraso en el conocimiento.

    El engaño ha existido siempre. Es una enfermedad familia de la cleptomanía. Por tanto, eran muchos los que enviaban sus hijos durante meses sin pagar un chele. Se las pasaban haciendo cuentos hasta que dejaban de enviar el muchachito.

    Con todo y el engaño, las escuelitas resolvían una irresponsabilidad del gobierno. Enseñaban a los niños y garantizaban un paliativo a la economía hogareña.

    Miguel Ángel Cid

    cidbelie29@gmail.com

    Twitter: @miguelcid1

    entar la participación de la comunidad en la gestión educativa

  • Lograr que la educación reciba el 2% del PIB

Una observación somera a posteriori bastaría para saber que los propósitos propuestos —en su mayoría— se superaron con creces. Sólo la mezquindad no logra verlo.

Los resultados de este primer Plan Decenal dieron al traste con la proliferación de escuelitas de patio hasta desaparecerlas.

La escuelita era una opción para adelantar la alfabetización antes de llegar al sistema formal de educación. Como se dijo arriba, los niños debían tener 6 años cumplidos para que el sistema formal los inscribiera en primero de la primaria. Porque en la época eran desconocidos los niveles de Párvulo, kindergarten o Preescolar.

El ingreso a la escuela antes de los 6 años, por derivación de lo anterior, se hacía innecesario. Porque los niveles Párvulo, kindergarten o Preescolar son los responsables de modelar las funciones motoras de los niños.

Aclaro que la palabra kindergarten significa en español: jardín de infancia, guardería o parvulario.

Las debilidades señaladas antes vienen a ser suplidas —en parte— por las escuelitas de patio. Y digo en parte porque estos centros informales sólo se ocupaban de ensenar a leer e inducir los comportamientos cívicos necesarios.

Los casos de escuelitas impulsadas por profesoras que tenían su plaza en el sistema formal de educación eran comunes. Las que tenían esta condición solían tener mayor clientela. Si. Porque luego estas maestras servían de garantía para que el niño fuera admitido en la escuela pública. Recuerde que estas eran pocas.

Había niñas, inclusive, que las inscribían en segundo o tercer grado de primaria debido a que la maestra de la escuelita las recomendaba. Lo que significa que de manera velada el sistema estatal las asumía como una opción válida.

Las escuelitas eran, además, el centro de entrenamientos para las profesoras en el arte de la pedagogía. Estas, no obstante, ya eran expertas en otro arte, en el arte y método conocido como la “pedagotabla”, consistente en lograr la atención del estudiante a golpe de regla. Las reglas de un metro las fabricaban de tablas de madera.

El doble pley se consumaba debido a que las profesoras se granjeaban —con la escuelita— un ingreso adicional al salario de miseria que recibían.

La escuelita tradicional caló tanto que, Freddy Beras Goico (1940-2010) escribió un libreto para una comedia que todavía hoy conserva vigencia. “La Escuelota”, es sin dudas, una comedia icónica, una sátira de la escuelita.

El tiempo impuso su paso infalible. El Plan Decenal, tras la eficiencia de una y otra versión, terminó integrando la función de las escuelitas al sistema formal de educación pública.

Pero como el reciclaje puede aplicarse a prácticas distintas, las escuelitas mutaron a la modalidad de Sala de Tareas. Se adaptaron para ofertar servicios a los estudiantes con problemas de retraso en el conocimiento.

El engaño ha existido siempre. Es una enfermedad familia de la cleptomanía. Por tanto, eran muchos los que enviaban sus hijos durante meses sin pagar un chele. Se las pasaban haciendo cuentos hasta que dejaban de enviar el muchachito.

Con todo y el engaño, las escuelitas resolvían una irresponsabilidad del gobierno. Enseñaban a los niños y garantizaban un paliativo a la economía hogareña.

Miguel Ángel Cid

cidbelie29@gmail.com

Twitter: @miguelcid1

Sigue leyendo

Opinion

Abril y la primavera

« La primavera ha venido,
nadie sabe cómo ha sido…»

(Antonio Machado)

Primavera es la cara opuesta al otoño. El otoño es declinación, agotamiento, lo viejo, la ruta hacia el final.

La primavera es vigor, esplendor, florecimiento, desarrollo, flor que retoña, vida que comienza, juventud, ruta inexplorada, potencia vital.

Abril, por nacer casi a la par con la primavera, parece arrastrar muchos de los rasgos distintivos de esta venerada estación: potencia juvenil, frescura, lozanía, hermosura… Y al igual que la primavera abril entraña la idea de juventud: «Cumplió quince abriles», «Le celebraremos sus quince primaveras», suele afirmarse para referirse a la lozana y hermosa quinceañera nacida en un mes cualquiera del año.

Y hablar de abril es recordar, necesariamente, al afamado bardo sevillano, Antonio Machado (1875-1938), quien en líricos y sensibles versos modernistas supo cantarles al cuarto mes del año, así como a la primera estación, en muchas de sus famosas galerías poéticas y otros textos.

«La primavera ha venido/nadie sabe cómo ha sido…», se lee en su libro Nuevas canciones (1924). Y en una de sus galerías, acerca de esta estación poetiza Machado:

«La primavera besaba,
 suavemente la arboleda,
 y el verde nuevo brotaba,
 como una verde humareda»

Y acerca del mes de abril, corazón de la primavera, así le canta el más joven miembro de la Generación del 98:

“Son de abril las aguas mil,

sopla el viento achubascado,

y entre nublado y nublado,

hay trozos de cielo añil»

 «La lluvia iba pasando,

sobre el campo juvenil,

yo vi en las hojas temblando,

las frescas lluvias de abril»

Sigue leyendo

Opinion

Un Momento – Esperanza nacida del Calvario

En la aridez, el desamparo y el dolor del Calvario nació la más grande esperanza de la humanidad. En ese momento de sufrimiento extremo, el Crucificado nos regaló a todos una nueva y eterna primavera de salvación.

A través de su sacrificio, Jesús transformó el sufrimiento en victoria, ofreciendo a la humanidad la oportunidad de redención y vida eterna. Su muerte en la cruz, lejos de ser un final, se convirtió en el principio de una esperanza que nunca muere, una esperanza que da fruto en cada corazón que se abre a su amor y misericordia.

Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.

Sigue leyendo

Trending

Copyright © 2025 supertv