Opinion
Mi ventana óptica – Pacto de silencio
Las declaraciones de José Ángel Gómez (Jochy) a los productores del espacio Somos Pueblo, en cualquier país institucionalizado hubieran generado graves consecuencias, incluso, dando al traste con el orden constitucional, pero hablamos de La República Dominicana, donde “to e to y na e na” y eso no pasa de un escarceo más.
No en vano, estas autoridades, en lugar de fortalecer la institucionalidad, se esmeran en debilitar lo poco que existía de esto. Es como si quisieran convertirnos en el río revuelto, en el que su corriente sucia arrastra cuanto lodo e inmundicia encuentra a su paso, mientras el país se refugia en la apatía social.
El hijo de Guillermo Gómez hizo señalamientos, que en estos momentos Abinader estaría por lo menos en el Congreso explicando el manejo a los recursos del presupuesto nacional. Cómo el Estado, ha sido puesto en manos de mafiosos, capaces de boicotear servicios de seguridad nacional, como los semáforos que regulan el tránsito.
Aunque con la denuncia del joven pudimos estar frente a una lucha entre grupos que tienen el país como la piñata de la que se llevan el dinero a manos llenas sin sufrir consecuencia alguna, pero el gobierno debería aclarar, cómo se desaparecen sumas millonarias del Erario.
Cómo es, que gente de mala reputación de su entorno tiene el poder de hacer nombrar a testaferros en cargos públicos para que esas instituciones obren en favor de sus intereses como dice el denunciante. Cómo hemos sido atrapados por individuos de malas reputaciones que dan órdenes al más alto nivel.
Donde desaparecen millones de pesos como si habláramos de cualquier cosa, pues sin importar lo que mueve a Jochy a denunciar “tumbes, al estilo el Bajo Mundo” en pleno palacio presidencial, esto no debería quedarse como alimento al morbo de plataformas digitales, ni de redes sociales.
La ciudadanía merece que nos digan, si la administración actual comprometida con lo peor de la sociedad también ha instaurado un sistema de corrupción como nunca lo imaginamos. Porque de responder con el silencio, Abinader sale del palacio para su casa, si realmente el país no reacciona y exige castigo ante tantos abusos de quienes usan el poder para corromperlo todo.
Quisiera equivocarme, pero desde el principio digo, Abinader se me parece a Jorge Blanco, quien llegó al poder con el lema de “Manos Limpias” y la corrupción lo llevó a la cárcel y al desprecio que, aunque tenía su tinte de persecución política, nadie duda que su gestión fue permeada por el narcotráfico y el robo a los fondos públicos.
Y ojalá, estos no lo superen por mucho, si comparamos que, en ese entonces, el presupuesto nacional era apenas de 464.5 millones de pesos, contrario a hoy, que hablamos de 1, 681, 728. 1 millones aprobados. Mi temor es, que estas autoridades no sólo dejen el país derrotado institucionalmente, sino, que el despilfarro nos deje hipotecados hasta una tercera generación de las que faltan por nacer, tomando mucho dinero prestado sin mostrar ninguna obra de importancia que lo sustente.
Que la “Suerte” nos acompaña en esos pactos de silencio entre funcionarios corruptos denunciados por Gómez que, a lo mejor, sea la prisa para crear otra ley mordaza, buscando impedir denuncias como estas en la prensa alternativa, porque como a los medios tradicionales no pueden sobornar, ni callar.
X, @laactualidadtv
Tú Tuve, @miventanatv
Tic Tok, @alejandroalmanzar470