Mi ventana óptica – Nosotros no elegimos

Con el comportamiento de algunos, cualquiera pensaría que en la lucha por sobrevivir se vale todo, que debemos tener, no sólo lo necesario, sino, en abundancia, que nos permita humillar a renegados de la fortuna. Ignoran, “nacemos en semejantes condiciones económicas, porque en vidas pasadas no supimos manejarnos”.

De eso advierto a los míos, «la grandeza no la dan cosas materiales», sino, el valor que demos a lo poco que tenemos, sin ser conformistas. La ambición nos esclaviza y limita el crecimiento espiritual, es una pobreza que nunca superamos por mucho que tengamos.

Viendo lo que sale a relucir cuando el presidente Trump elimina la USAID, cómo algunos pegaron el grito al cielo, entendiendo que no sólo quedaron al descubierto como sinvergüenzas y traidores, sino, que la zafra de ganar dinero difamando a República Dominicana llegaba a su fin también.

Pero nuestro error histórico sería, creernos que la decisión de la Casa Blanca ya nos libera de su conspiración. Sólo es una oportunidad que la Vida nos da para que despertemos y nos concentremos en el enemigo que duerme y come con nosotros, mientras orquesta planes macabros para destruir el legado de Duarte y Los Trinitarios a cambio ellos vivir bien.

Siempre dije al país, debíamos investigar la procedencia y fines de esas llamadas organizaciones sin fines de lucros, que tanto se lucran conspirando contra nuestros intereses. A través de ellos, la USAID asaltó el Registro Civil, para convertir a haitianos en dominicanos ilegalmente, gestionaron le quitaran la visa a Roberto Rosario, por negarse a que penetraran la JCE a suplantar identidades.

En complicidad con autoridades, llenaron hospitales de parturientas haitianas, las aulas de escuelas y universidades de estudiantes haitianos. Por eso, insté a los dominicanos a dar su voto por Trump y el Partido Republicano, para que salváramos la patria.

Sabiendo que el mandatario estadounidense sólo estará cuatro años y los conspiradores esperaran tranquilos para volver a sus andanzas. En defensa de la patria se vale hasta eliminar a esta basura humana que juega con el destino de nosotros.

Peones de quienes persiguen adueñarse de la Isla. Los dominicanos, pocas veces hemos elegido gobernantes, nos imponen desde el presidente hasta congresistas, funcionarios y por eso vayas a revisar que aprueban los legisladores.

Son agentes de esas agencias de la cual reciben buenos dividendos para vivir como dioses terrenales. Gente sin escrúpulo, descarados y sin dignidad, que no pueden irse de nuestra tierra a morir donde no hiedan y dejarnos en paz. De ahí el silencio de los dirigentes políticos, porque todos son mercenarios del oro corruptor que busca destruir el país.

Ahora alegan sentirse difamados, no entienden aún, que ya sus caras duras y sus palabras no valen nada. Que sabemos, cómo se dan la buena vida a nombre de la sociedad y del periodismo, ya pueden acusarnos de xenófobos y racistas, porque sus palabras y opiniones cayeron en total descrédito por ponerlas al servicio de unas potencias que secuestran la determinación de los pueblos.

Usando Agencias conspiradoras, disfrazadas de iniciativas “a favor de naciones pobres”, pero destruyendo su soberanía e independencia. Nosotros no elegimos, nos imponen a estas marionetas, teniendo de cómplices a organizaciones corruptas como Participación Ciudadana y grupos de la Sociedad Civil, sólo interesados en vivir bien maniobrando contra la nación dominicana.

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