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Opinion

Mi ventana óptica – Fin de la OTAN

Las instituciones nacen con un propósito específico, aunque en el camino se desvían de la causa que le dio origen, muchas de las cuales, con el paso del tiempo van perdiendo su esencia y razón de permanencia.

Ejemplo, esto que conocemos como la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que, al momento de su fundación tenía una importancia capital, pero que ya no tiene sentido siga gravitando en Europa y los socios que soportan sobre sus hombros su pesada carga económica.

Fundada en 1949, para garantizar la seguridad colectiva de sus miembros en el contexto de la Guerra Fría y contrarrestar la influencia de la antigua Unión de República Socialista Soviética, (URSS). Estamos hablando de que casi alcanza los 80 años de existencia, sumida en la longevidad, cargando el desprestigio e incapaz de servir en nada al nuevo orden que ha traído la Globalización y el Neoliberalismo.

En un contexto totalmente diferente, en que el tema ideológico quedó relegado por una lucha menos ortodoxa, donde la gente se concentra en la adquisición de los bienes materiales que necesita para subsistir y resolver el día a día. En la actualidad, cuenta con 32 países aliados, en su mayoría de Europa y América del Norte.

Y la presencia de uno de este último socio es lo que me anima a escribir sobre el particular, pues no sería sorpresa alguna para mí, que en un futuro no muy lejano el presidente Donald Trump, hombre con una visión diferente a los que les antecedieron, que botaron miles de millones de dólares apoyando los proyectos guerreristas de la OTAN anuncie su retiro de esta organización, ya vimos lo que hizo con la Organización Mundial de la Salud, otra institución manipuladora y parásita.

Un ciudadano que aprendió a trabajar desde niño y sabe que el dinero no bien invertido jamás producirá riquezas. El Artículo 5 es una especie de alguien que en la escuela era miedoso y se auxiliaba del muchacho corpulento y guapo para que les defendiera.

El cual establece que un ataque contra cualquiera de sus miembros se considera una agresión contra todos, lo que obliga a la defensa colectiva. No me sorprendería entonces, que USA abandone dicha alianza, porque en el primer gobierno del magnate neoyorquino poco le faltó para firmar una Orden Ejecutiva para desembarazar a Los Estados Unidos de un tratado que sólo lo drena económicamente, mientras sus aliados viven buscando conflictos para que esta nación se los financie.

Con su sede en Bruselas, Bélgica y desde la caída de la URSS, otros países de Europa se han unido en busca de garantía de no ser atacados, sobre todo, aquellos que se separaron de la antigua URSS, eso explica la guerra Rusia-Ucrania, donde Putin, decide invadir a este país para impedir que en su frontera se coloque una vigilancia por parte de los enemigos.

Hay quienes creen que la OTAN sigue desempeñando un papel clave en la seguridad global, participando en “misiones de paz y defensa” en el mundo. De eso tengo mis dudas, pues dependiendo su financiamiento de Los Estados Unidos, ahora en mano de un Donald Trump, enfocado en investigar el uso dado a los impuestos de los contribuyentes destinados para estas instituciones, me permite creer que esta pudiera estar viendo llegar su final.

alex15958@hotmail.com

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Opinion

Abril y la primavera

« La primavera ha venido,
nadie sabe cómo ha sido…»

(Antonio Machado)

Primavera es la cara opuesta al otoño. El otoño es declinación, agotamiento, lo viejo, la ruta hacia el final.

La primavera es vigor, esplendor, florecimiento, desarrollo, flor que retoña, vida que comienza, juventud, ruta inexplorada, potencia vital.

Abril, por nacer casi a la par con la primavera, parece arrastrar muchos de los rasgos distintivos de esta venerada estación: potencia juvenil, frescura, lozanía, hermosura… Y al igual que la primavera abril entraña la idea de juventud: «Cumplió quince abriles», «Le celebraremos sus quince primaveras», suele afirmarse para referirse a la lozana y hermosa quinceañera nacida en un mes cualquiera del año.

Y hablar de abril es recordar, necesariamente, al afamado bardo sevillano, Antonio Machado (1875-1938), quien en líricos y sensibles versos modernistas supo cantarles al cuarto mes del año, así como a la primera estación, en muchas de sus famosas galerías poéticas y otros textos.

«La primavera ha venido/nadie sabe cómo ha sido…», se lee en su libro Nuevas canciones (1924). Y en una de sus galerías, acerca de esta estación poetiza Machado:

«La primavera besaba,
 suavemente la arboleda,
 y el verde nuevo brotaba,
 como una verde humareda»

Y acerca del mes de abril, corazón de la primavera, así le canta el más joven miembro de la Generación del 98:

“Son de abril las aguas mil,

sopla el viento achubascado,

y entre nublado y nublado,

hay trozos de cielo añil»

 «La lluvia iba pasando,

sobre el campo juvenil,

yo vi en las hojas temblando,

las frescas lluvias de abril»

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Opinion

Un Momento – Esperanza nacida del Calvario

En la aridez, el desamparo y el dolor del Calvario nació la más grande esperanza de la humanidad. En ese momento de sufrimiento extremo, el Crucificado nos regaló a todos una nueva y eterna primavera de salvación.

A través de su sacrificio, Jesús transformó el sufrimiento en victoria, ofreciendo a la humanidad la oportunidad de redención y vida eterna. Su muerte en la cruz, lejos de ser un final, se convirtió en el principio de una esperanza que nunca muere, una esperanza que da fruto en cada corazón que se abre a su amor y misericordia.

Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.

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Opinion

Cultura viva – Así estamos en el Mes del Teatro

Los obstáculos levantados contra nuestro teatro, desde los tiempos de la colonia  española hasta nuestros días, no han sido por mera restricción del espectáculo frívolo en sí mismo, o por sus formas inmorales de escenificar tal o cual montaje; o por asuntos económicos, o de estructuras físicas, o por la “incultura cuasi constante” de las autoridades públicas o privadas…

No, amigos lectores, esos obstáculos citados han existido y existen, sin embargo, pienso que no constituyen las reales causales históricas; las de ayer y las de hoy, son esencialmente las mismas: la prevalencia de un pensamiento conservador y atrasado, exceptuando algunos pensamientos vanguardistas. Entonces, el problema a combatir es ese sistema atrasado, contrario a contenidos de calidad, a formas reflexivas y críticas, contrarios a la acción estética transformadora.

Presento dos ejemplos que nos brinda la investigadora y escritora Bienvenida Polanco Díaz en su libro: “Clásicos de la Literatura  Dramática Dominicana”:

Durante la colonia española el teatro no tuvo un auge significativo porque el importante entremés del clérigo Cristóbal de Llerena representado en el atrio de la catedral de Santo Domingo en 1588, fue reprimido porque “aludía a la negligencia de los mandos jurisdiccionales por lo que adquiere además primacía en este tema literario sobre la invectiva social”. Hoy, pocos saben de esta obra, incluidos universitarios y estudiantes de arte escénico.

Caso análogo, el del patricio Juan Pablo Duarte, cuando incorporó el teatro a través de la Sociedad La Dramática, influyendo en el pueblo para la lucha independentista alcanzada en 1844. En alguna parte de la zona colonial de la capital estuvo ese local sin que ninguna autoridad haya estudiado  ni mucho menos rescatado el mismo. Obras como La viuda de Padilla y Roma libre hoy día, pocos universitarios y estudiantes escénicos las conocen. ¿Razón?: es un teatro que educa y fomenta la libertad.

Oteo parte del país y pasa lo mismo: nadie recuerda, ni estudia…ni nada, el caso del teatro en Santiago de los Caballeros, desde la compañía Aurora del Arte, desconocida y los dos grupos de actores oficiales (Bellas Artes y el TPC), desaparecidos. En ruinas Teatro La Progresista de La Vega. El Casino vegano donado al gobierno por esa sociedad, no han puesto un clavo…

Un viejo inmueble para Bellas Artes en Puerto Plata: en interminable remodelación. Aquel bastión de los años 80 del teatro popular, crítico y talentoso de San Francisco de Macorís,  aún clama por un merecido centro de arte. En Dajabón, un sarcófago cultural… en la frontera, el sur y el este…en procesión fúnebre…

 Y así andamos en el mes del teatro, hacia la evasión, el consumismo y la decadencia cultural.

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