Opinion
Mi ventana óptica – Abuso de confianza
El accionar de los políticos dominicanos es cada vez más despreciable y el futuro de un Estado, bajo el control de una especie humana con esa insaciable ambición pudiera estar en peligro, aunque el pueblo comenzó a empoderarse para detener a quienes usan el poder sólo para conveniencias personales.
Para lo cual han creado un sistema de inmunidad e impunidad que impide que sean juzgados por sus actos. Pueden ir pensando en el relevo de un sistema carcomido por el vandalismo político en que se convirtió en esa actividad de Platón.
La presente generación de políticos ha hecho uso irracional del voto que el ciudadano deposita a su favor y el hastío comienza a apoderarse de la ciudadanía por la petulancia de funcionarios públicos que obran de espaldas a la nación.
Ahora no sabemos si valió la pena salir de la dictadura, donde un grupo se robaba los bienes del Estado sin que nadie pudiera denunciarlos, porque en nombre de la democracia hacen lo mismo. Me preocupa, que nuestras luchas sólo sirvieran para dizque andar “libres y hablar”, cuando ya hasta esto es casi una quimera.
Los llamados demócratas se están pareciendo más al dictador que censura los derechos de las personas para obrar a sus anchas, sin que nadie ose cuestionarlos. Usan el poder otorgado por el pueblo para en cómodas y suntuosas oficinas firmar acuerdos que destruyen la soberanía que juraron defender un día.
Para quienes lucharon y derramaron su sangre en pos de esa democracia, hoy no sienten menos que frustración, ya que, esto no ha servido ni para garantizar esas libertades y derechos por lo que tanto se luchó, pues hasta la libertad de expresión y difusión del pensamiento hoy están amenazadas.
Porque señalar las malas acciones del gobierno, es discurso de odio, difamación e injuria; sin dudas, el resultado de nuestras luchas ha devenido en un instrumento político para que estas personas se endiosen tanto que comiencen a ver ese mismo pueblo que los elegidos como algo insignificante, al que pueden pisotear y maltratar a sus antojos.
Con ese proceder, han logrado que la población pierda la fe y confianza en una dirigencia no sólo corrupta, sino, que se confabula con intereses oscuros para negociar la existencia del país al que juraron defender y proteger de asechanzas extranjeras, es como cuando usted duermes, viene y vive con el enemigo en su casa.
Para entender esto, sólo tenemos que ver lo revelado por Pelegrín Castillo a José Peguero, de los compromisos en que embarcaron gobernantes a la nación para acceder al DR-CAFTA y otros acuerdos, donde comprometiendo de la peor manera la soberanía nacional con el tema haitiano y la comunidad internacional, no en vano Abinader juró su incondicionalidad a la ONU.
El votante sólo es utilizado para legitimar esos acuerdos de marras que secretamente estos hacen, del que sólo se benefician ellos y empresarios que, para aumentar su capital, ya hasta el empleo le niegan al dominicano para proporcionalárselo a indocumentados, a quienes le pagan una migaja y tratan como a esclavos.
El pueblo es vilmente burlado con acuerdos entre funcionarios y organismos internacionales, de lo que nadie se enteró hasta que nos encontramos que bajo su complicidad tenemos el país invadido, un abuso de confianza, donde también nos los traen en vientres de parturientas para luego adjudicárnoslos como dominicanos .
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