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Opinion

La verdadera amistad sí existe, lo difícil es encontrar a los verdaderos amigos.-

Brindis nostálgico.-

En este día salpicado de cupido, Día del Amor y la Amistad, es gratificante recordar a los amigos de la infancia, cuyos nombres han quedado rotulados en cada espacio de mi alma y, han dejado una imborrable huella de cariño y aprecio en cada esquina de mi nostalgia. Hablo de mis amiguitos de pantaloncitos cortos, los que reconfortan nuestra memoria con sus ráfagas de recuerdos. Son una miscelánea de nombres, que íbamos a los mismos patios, a la misma escuela, al mismo río, entonces caudaloso; a las mismas esquinas del barrio. Todos escuchábamos el infalible sonido de la sirena de La Tabacalera y el tañir de la campana de la iglesia, los domingos. A pesar del tiempo, la distancia y los mares que separan nuestras vidas, los llevamos tatuados en el corazón, porque esa amistad es indisoluble …

Hoy queremos felicitarlos y brindar por ellos. Por aquellos que nos han regalado su amistad y su aprecio sin poses ni cumplidos; sinceros amigos, orlados de dignidad. Aquellos que nos tendieron la mano cuando tuvimos el agua al cuello o estábamos al borde del despeñadero, sin pasar factura; los que aún nos dan un abrazo fraterno.

Hoy felicitamos, hoy brindamos por los amigos solidarios, los que nos han acompañado en el sendero de las rosas, pero más a los que han caminado a nuestro lado, descalzos, sobre las espinas, sobre las brasas.
Hoy brindamos por aquellos amigos que han visto la impotencia lacrimosa en nuestros ojos y, nos la han convertido en una tenue sonrisa.

Este día rojizo, derramamos nuestras fervientes felicitaciones a aquellos seres divinos que son nosotros mismos, pero con otra piel y otros nombres; que han asumido la gratitud y la dignidad, no sólo como carta de presentación, sino también, como una actitud ante la vida.
Felicitemos a nuestros amigos mayúsculos, los que habitan y pernoctan en nuestros corazones; a ellos, donde nosotros, también, pernoctamos y habitamos en sus corazones. Ellos, los de ideales redentores, henchidos de emancipación; que desdeñan y rechazan a los que ignoran y desoyen el Séptimo Mandamiento; los que albergan la esperanza de algún día le sea saldada la deuda social a nuestro engañado y hambriento conglomerado.

Hoy nos invade la nostalgia por el recuerdo de nuestros amigos de la niñez, los amiguitos de cortos pantaloncitos, llenos de remiendos; de pies descalzos, aquellos que juntos crecimos; los que hoy perviven en lontananza; aquellos que se esfuerzan, para sobrevivir en ultramar y que hoy están intranquilos y, algunos perseguidos.

Pretendemos que estas felicitaciones lleguen hasta el cielo y las reciban los amigos que Dios, sólo les envió el vuelo de ida, pero no el de regreso.

Este es un día especial, para juntarnos con los amigos, porque siempre es regocijante compartir con aquellos que nos alegran la vida, que siempre estuvieron ahí, que no nos abandonaron cuando apestábamos; amigos en la más alta acepción de la palabra.

En este Día de Cupido, alcemos las copas y brindemos con un buen vino, por los íntegros amigos, los de calidad, los que cuando el horizonte se tornó plateado y gris, nos hicieron ver la vida a todo color y, nos ahuyentaban la tristeza y el dolor.
Gracias por su amistad!

Amigos, sólo amigos y nada más; el resto, la caverna y la ingratitud.-

Jimmy García

Opinion

Abril y la primavera

« La primavera ha venido,
nadie sabe cómo ha sido…»

(Antonio Machado)

Primavera es la cara opuesta al otoño. El otoño es declinación, agotamiento, lo viejo, la ruta hacia el final.

La primavera es vigor, esplendor, florecimiento, desarrollo, flor que retoña, vida que comienza, juventud, ruta inexplorada, potencia vital.

Abril, por nacer casi a la par con la primavera, parece arrastrar muchos de los rasgos distintivos de esta venerada estación: potencia juvenil, frescura, lozanía, hermosura… Y al igual que la primavera abril entraña la idea de juventud: «Cumplió quince abriles», «Le celebraremos sus quince primaveras», suele afirmarse para referirse a la lozana y hermosa quinceañera nacida en un mes cualquiera del año.

Y hablar de abril es recordar, necesariamente, al afamado bardo sevillano, Antonio Machado (1875-1938), quien en líricos y sensibles versos modernistas supo cantarles al cuarto mes del año, así como a la primera estación, en muchas de sus famosas galerías poéticas y otros textos.

«La primavera ha venido/nadie sabe cómo ha sido…», se lee en su libro Nuevas canciones (1924). Y en una de sus galerías, acerca de esta estación poetiza Machado:

«La primavera besaba,
 suavemente la arboleda,
 y el verde nuevo brotaba,
 como una verde humareda»

Y acerca del mes de abril, corazón de la primavera, así le canta el más joven miembro de la Generación del 98:

“Son de abril las aguas mil,

sopla el viento achubascado,

y entre nublado y nublado,

hay trozos de cielo añil»

 «La lluvia iba pasando,

sobre el campo juvenil,

yo vi en las hojas temblando,

las frescas lluvias de abril»

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Opinion

Un Momento – Esperanza nacida del Calvario

En la aridez, el desamparo y el dolor del Calvario nació la más grande esperanza de la humanidad. En ese momento de sufrimiento extremo, el Crucificado nos regaló a todos una nueva y eterna primavera de salvación.

A través de su sacrificio, Jesús transformó el sufrimiento en victoria, ofreciendo a la humanidad la oportunidad de redención y vida eterna. Su muerte en la cruz, lejos de ser un final, se convirtió en el principio de una esperanza que nunca muere, una esperanza que da fruto en cada corazón que se abre a su amor y misericordia.

Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.

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Opinion

Cultura viva – Así estamos en el Mes del Teatro

Los obstáculos levantados contra nuestro teatro, desde los tiempos de la colonia  española hasta nuestros días, no han sido por mera restricción del espectáculo frívolo en sí mismo, o por sus formas inmorales de escenificar tal o cual montaje; o por asuntos económicos, o de estructuras físicas, o por la “incultura cuasi constante” de las autoridades públicas o privadas…

No, amigos lectores, esos obstáculos citados han existido y existen, sin embargo, pienso que no constituyen las reales causales históricas; las de ayer y las de hoy, son esencialmente las mismas: la prevalencia de un pensamiento conservador y atrasado, exceptuando algunos pensamientos vanguardistas. Entonces, el problema a combatir es ese sistema atrasado, contrario a contenidos de calidad, a formas reflexivas y críticas, contrarios a la acción estética transformadora.

Presento dos ejemplos que nos brinda la investigadora y escritora Bienvenida Polanco Díaz en su libro: “Clásicos de la Literatura  Dramática Dominicana”:

Durante la colonia española el teatro no tuvo un auge significativo porque el importante entremés del clérigo Cristóbal de Llerena representado en el atrio de la catedral de Santo Domingo en 1588, fue reprimido porque “aludía a la negligencia de los mandos jurisdiccionales por lo que adquiere además primacía en este tema literario sobre la invectiva social”. Hoy, pocos saben de esta obra, incluidos universitarios y estudiantes de arte escénico.

Caso análogo, el del patricio Juan Pablo Duarte, cuando incorporó el teatro a través de la Sociedad La Dramática, influyendo en el pueblo para la lucha independentista alcanzada en 1844. En alguna parte de la zona colonial de la capital estuvo ese local sin que ninguna autoridad haya estudiado  ni mucho menos rescatado el mismo. Obras como La viuda de Padilla y Roma libre hoy día, pocos universitarios y estudiantes escénicos las conocen. ¿Razón?: es un teatro que educa y fomenta la libertad.

Oteo parte del país y pasa lo mismo: nadie recuerda, ni estudia…ni nada, el caso del teatro en Santiago de los Caballeros, desde la compañía Aurora del Arte, desconocida y los dos grupos de actores oficiales (Bellas Artes y el TPC), desaparecidos. En ruinas Teatro La Progresista de La Vega. El Casino vegano donado al gobierno por esa sociedad, no han puesto un clavo…

Un viejo inmueble para Bellas Artes en Puerto Plata: en interminable remodelación. Aquel bastión de los años 80 del teatro popular, crítico y talentoso de San Francisco de Macorís,  aún clama por un merecido centro de arte. En Dajabón, un sarcófago cultural… en la frontera, el sur y el este…en procesión fúnebre…

 Y así andamos en el mes del teatro, hacia la evasión, el consumismo y la decadencia cultural.

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