El Cibao
Vehículo de Barrick Gold incendiado en zona donde se prevé construir presa de cola en Cotuí

Cotuí. – Una camioneta perteneciente a la empresa Barrick Gold se incendió la mañana de este miércoles en las inmediaciones del río El Naranjo, cerca del campamento improvisado de los comunitarios que se oponen a la construcción de una nueva presa de cola en Cotuí.
Los habitantes de la zona aseguraron desconocer el origen del incendio, ocurrido en una propiedad privada que aún no ha sido adquirida por la empresa, y negaron cualquier responsabilidad en el hecho.
Hasta el momento, Barrick Gold no ha emitido declaraciones ni ha establecido contacto con los comunitarios para esclarecer lo sucedido.
Denuncian posible montaje para inculpar manifestantes
Según versiones que circulan entre los residentes de la comunidad, la empresa habría provocado el incendio intencionalmente con la intención de inculpar a los manifestantes, intimidarlos y avanzar con la construcción de la presa por la fuerza.
Denuncian contaminación en la presa de cola El Llagal
El sacerdote y líder comunitario Nino Ramos denunció que la contaminación proveniente de la presa de cola El Llagal está afectando el río El Naranjo y su ecosistema.
El religioso explicó que, mediante el uso de drones, lograron visualizar una tubería subterránea instalada fuera de la represa, la cual conduce agua contaminada hacia el río, afectando su calidad y provocando la muerte de especies acuáticas.
Según Ramos, desde la presa de El Llagal se extiende una tubería negra, utilizada como desagüe controlado por una válvula, la cual regula la cantidad de agua contaminada que fluye hacia el río. Esta agua llega a un pequeño lago que, cuando llueve en exceso, se desborda y termina contaminando el río El Naranjo.
Además, los comunitarios han observado otro desagüe en el lado opuesto de la presa y han advertido sobre grietas en la estructura, lo que podría representar un peligro ambiental mayor.
Impacto ambiental y rechazo a la nueva presa
El sacerdote denunció que, en la zona donde fluye el agua contaminada, las piedras han cambiado de color, la fauna ha desaparecido y el agua ya no es apta para el consumo de los comunitarios.
«Si permitimos la construcción de otra presa de cola, estaremos destruyendo un bosque de más de 3 kilómetros», advirtió Ramos.