Existen tópicos en nuestra sociedad que resultan ser conquistas que aún no acaban de ser un real cumplimiento del Estado para con las grandes mayorías. Uno de ellos resulta ser la educación. Él mismo se ha convertido en un objetivo que aún no se convierte en una meta alcanzada.
Antes se luchaba por el porcentaje que acorde a la ley le correspondía a este ministerio. Sin embargo, el mismo llega quince años después de aprobada la ley General de Educación que lo consignaba, y fue en el año 2013 cuando se inicia su asignación.
Desde aquel momento ya indicado, se comienzan a trabajar en la parte estructural de la cantidad de aulas que se requerían. Luego se pasó a la parte del aumento de sueldos de los docentes, entendiendo como una especie de mejoría a la calidad del servicio.
Con el pasar del tiempo, y por las evaluaciones a nivel internacional, seguimos estando por debajo de lo deseado, es por esto que se ha estado instando para que la mejoría en la docencia se convierta en algo principal y fundamental, porque sin ello, no habrá importado todo el esfuerzo hasta ahora logrado y de inversión de grandes recursos todos estos años. Agregando a esta realidad, el aspecto de la pandemia que ha dificultado aún más las cosas.
Debemos como país comenzar a retomar este tema dentro de tantos que ahora se ventilan y de saber que dentro de unos meses el proselitismo y la politiquería comenzará hacer ocupación de todo ámbito.
Se hace necesario un compromiso serio y responsable de todas las fuerzas de los más importantes sectores nacionales para hacerlo algo de preocupación y saber que es un problema a resolver s largo plazo, pero si no damos el empuje que nueva vez requiere, todo cuanto se ha conseguido será en vano. Este Ministerio, de pasar de haber tenido nada de recursos, ahora es, sino el que más, está entre uno de ellos que recibe del presupuesto nacional. . Y no puede seguir siendo por falta de planificación o de empuje, o de decisiones.
En el año que viene, tiene que hacerse nueva vez la evaluación de desempeño de los profesores, la cual debió realizarse el año pasado, 2021, pero la pandemia lo evitó. El último realizado fue en el 2017, con resultados muy poco alentadores y que nos obligan a mejorar de forma sustancial y puede entenderse el por qué estamos como estamos, o al menos, el por qué de los resultados posteriores que hemos obtenido en pruebas internacionales
Según dichos resultados, el mismo indicó, lo siguiente: “… pues arrojó que el 73.2% de los docentes del sistema educativo dominicano mostraban un desempeño básico o insatisfactorio en las aulas”.
Ahora resta esperar el método o instructivo a utilizarse para esta próxima evaluación, si es una que ya de habían utilizado u otra sugerida recientemente.
Para que tengan una idea más detallada de lo que arrojó aquella prueba sobre valoración al profesor, tenemos que: “Esa evaluación se hizo a 60,100 maestros de todos los niveles en las 18 regionales del Ministerio de Educación y reveló que solo el 2.9% de los docentes evaluados obtuvo la categoría de excelente o destacado, mientras que el 38.1% de ellos recibió la categoría de mejorable o insatisfactorio, como muy bien o competente un 23.9% y bien o básico un 35.1 por ciento”.
“Uno de los principales hallazgo del levantamiento recomienda diseñar e implementar planes de desarrollo profesional docente, e implementar acciones formativas generales de alcance nacional a las que tendrían acceso todos los centros”.
Y ahora lean la recomendación: “La evaluación recomendaba diseñar y desarrollar un curso sobre la planificación del proceso de enseñanza-aprendizaje, en el que un panel de expertos y de profesores destacados dotara al resto de los docentes de las herramientas para mejorar sus destrezas en esta competencia profesional”.
Lamentablemente, se hizo caso omiso a todo aquello y a lo que debía aprovecharse para mejorar. Y se utilizó más que todo para el pago de incentivos a los docentes.
Que sea esta la hora en que los resultados que puedan salir del próximo escrutinio, sea utilizado para que este tema deje de ser algo recurrente para no avanzar al ritmo de los recursos que hoy recibe y sea utilizado como el instrumento que se requiere para mejorar la calidad de nuestra educación al nivel que merece este pueblo.
José Jordi Veras R.