Las muertes de nueve personas en el paso a desnivel en la avenida 27 de febrero esquina Máximo Gómez se pudieron evitar si el país tuvieran autoridades que fiscalicen las obras viales y otras de infraestructura que construyen los gobiernos, debido a que la pared colapsada el pasado sábado es parte de la salida a flote de los vicios de construcción que tiene esa y otras obras.
Las propias autoridades del Ministerio de Obras Publicas y Comunicaciones han dicho que ya había sufrido un fallo similar al ocurrido el sábado, cuando las fuertes lluvias torrenciales presionaron la infraestructura hasta desplomar una de sus paredes, causando que nueve personas perdieran la vida.
Un diagnóstico preliminar realizado por el Ministerio de Obras Públicas (MOPC), indicó que, a principios del año 2000, ocurrió algo parecido con esta estructura.
«En ese entonces fue intervenido por las autoridades competentes, ocasión en la cual, suponemos que se debieron aplicar las soluciones de ingenierías necesarias para que algo similar no ocurriese de nuevo. Sin embargo, en el día de hoy ha ocurrido y con un resultado distinto al de aquella época», citó la institución en un comunicado de prensa.