Ser uno mismo se puede olvidar cuando hay que seguir amando. “Fulano de tal no me ama”, pero yo lo sigo amando. “pero él no te ama”, pero yo lo amo porque yo amo porque soy yo mismo. “Fulano de tal no me llama por teléfono” pero yo lo llamo, “ ¿pero por qué si no te llama?” “porque yo quiero ser consecuente conmigo mismo.”
Yo amo, como dijo el Señor, aunque no me amen. Ser uno mismo, parecerse a Dios y decir: “Yo soy el que soy”, “yo amo siempre”. “Señor pero si esa gente no te ama” ellos son los que tienen el problema, no soy yo. “Pero ellos no perdonan” “el problema es de ellos, no mío”. Yo perdono porque yo soy yo mismo. Yo te amo y te amo hasta la muerte. Yo te amo y te amo siempre hasta perdonar. Hay que ser uno mismo.
Hasta mañana si Dios, usted y yo lo queremos.