A partir del 16 de agosto, nuestro país tendrá nuevas autoridades en las más altas instancias del estado, que van desde la Presidencia y Vicepresidencia de la Republica, hasta el Congreso Nacional.
En esta oportunidad tenemos, después de muchos anos, un cambio de partido en las riendas del poder político. Un cambio que llega en medio de los grandes trastornos que tiene nuestro país y el mundo, por efecto de la pandemia del Covid 19.
Siempre los cambios en la esfera oficial generan muchas expectativas y también aprehensiones. En están oportunidad, visto el panorama que encuentra el nuevo gobierno, la cautela y moderación en aspiraciones deben ser la ruta a seguir.
Siempre se generan despidos masivos en el aparato estatal, lo cual conlleva malestar, trastornos en sectores de la sociedad, que en esta oportunidad pueden ser mayores, habidas cuentas de la situación de salud y económico social imperante.
Esperamos que en los nuevos funcionarios se imponga la moderación en cuanto al manejo del personal, aun reconociendo que los parciales el partido triunfante, tienen derecho a participar de la gestión estatal.
Lo que todos esperamos es que se tomen medidas de control para la epidemia, que podamos ver la luz al final de túnel, para que el contagio disminuya drásticamente y así podamos ir retomando el ritmo normal de las actividades.
Que Dios ilumine al nuevo gobierno comenzando por su cabeza, Luis Abinader, para que tome las medidas de salud y económica, mas atina das y así devolverle la esperanza a este pueblo, hoy abrumado por tantas cargas sobre sus hombros.
Todos los sectores debemos colaborar para que las cosas marchen de la mejor manera posible, en estos tiempos difíciles