El obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Santiago, monseñor Carlos Tomás Morel Diplán, deploró como complejo el conflicto que mantienen República Dominicana y Haití por la construcción del canal riego que sobre el río masacre que se lleva a cabo del lado de la vecina nación.
La situación se agudizó esta semana con la presión contra la entrada de productos y mercancías provenientes del mercado fronterizo de Dajabón, República Dominicana, los cuales son incinerados al otro lado de la frontera, por lo que el prelado católico dominicano espera una pronta solución al conflicto.
Tras el cierre total de la frontera entre República Dominicana y Haití, los comerciantes y productores dominicanos, que vendían sus productos al vecino país, empiezan a ver las consecuencias económicas; algunos salieron a regalar sus animales porque no quieren perder el dinero alimentándolos, sin tener un comprador seguro, y otros, ya tienen sus cuentas en números rojos, pues hicieron ventas a crédito con los haitianos y ya no tienen forma de llegar a ellos.