Milei inició el intercambio, retomando el discurso beligerante hacia «la casta» que había abandonado las últimas semanas.
«Argentina lleva 100 años de decadencia. Tenemos 45 % de pobres y 10 % de indigentes», sostuvo, lo que sería consecuencia del modelo basado en la intervención estatal. «El Estado es el origen del problema, no la solución«, afirmó.
Al ser increpado por Massa sobre sus propuestas económicas, el líder libertario acusó a su contrincante de «mentiroso» y ratificó que, en caso de resultar victorioso, dolarizará la economía y eliminará el Banco Central, si bien matizó que no podrá eliminar los subsidios porque la Corte Suprema se lo impediría.
«Sí, vamos a dolarizar la economía, vamos a cerrar el Banco Central y terminar con el cáncer de la inflación«, dijo Milei.
Por su parte, el candidato peronista dedicó más de la mitad de su tiempo a mostrar las contradicciones y alcances del plan económico mileísta, al tiempo que adelantó que el eje central de su agenda económica estará en la renegociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional, punto de partida para garantizar el crecimiento económico.
Relaciones internacionales
Massa recalcó la necesidad de concebir los nexos de Buenos Aires con el resto del mundo desde un enfoque multipolar, sin descuidar sus relaciones con sus principales socios comerciales –Brasil y Chile–, así como con El Vaticano, dado que el actual papa, Francisco, es un compatriota.
Del mismo modo, el aspirante de UxP presentó el tema de la defensa de la soberanía de Las Malvinas, un punto caliente para Milei, que volvió a reivindicar la figura de la premier británica Margaret Thatcher, en cuya gestión se enfrentaron Argentina y el Reino Unido, con saldo negativo para la nación suramericana.
«[Margaret] Thatcher es una enemiga de la Argentina, ayer hoy y siempre. Nuestros héroes son absolutamente innegociables por más que para vos sea una figura [Margaret] Thatcher, para mí no lo es», sostuvo Massa.