Las fiestas tienen un sentido y siempre nos dejan alguna lección y alguna enseñanza. El tema de los “afanes diarios” está relacionado con la fiesta de Santa Marta. Es una figura del Evangelio emblemática, qué nos enseña el trabajo, a preocuparse por los demás. ¡Cómo se preocupaba Marta por Jesucristo! pero Marta aparece con los afanes diarios muy bien equilibrados, aparece como la servidora, como la entregada, nos da ejemplo en ese sentido.
Pero hay que aprender de Marta a no tomar los afanes de la vida diaria con ese con ese afán, digamos así, con el afán qué nos descuida, que nos hace daño. Afanes diarios,
sí, pero sin que nos hagan daño, afanes diarios llevados con equilibrio. Seamos servidores cómo Marta la del Evangelio, entregados, pero que ese servicio, ese afán diario del servicio, no nos haga daño.
Hasta mañana si Dios, usted y yo lo queremos.