Las contundentes denuncias del experto internacional, José Vila del Castillo, que participa en el proceso de reforma policial han levantado un gran revuelo, en estos últimos días.
El señor del Castillo puso el dedo en la llaga y los gritos de los afectados ha sido estruendoso, que ha llevado a que se forme una coalisión de ex jefes policiales, reclamando respeto a su honra.
Se entiende la reacción de estos señores, que han vivido amparado en el manto de impunidad y secretos que cubren en este país, por lo habitual, las acciones de la corrupción de cuello blanco.
Aunque no es bueno generalizar, ni se puede decir que todos los policías sin importar rango son deshonestos, la verdad es que la corrupción en esa institución es endémica.
Tuvo que venir alguien de fuera para decir esa verdad, que todos los dominicanos saben y comentan por lo bajo, desde hace muchos años en este país.
Uno de los pocos que han dado la cara en defensa de esos señores ha sido el candidato presidencial del PLD, Abel Martínez, en lo que muchos entienden otro desliz suyo, con un costo político para su causa.
Pero duela a quien le duela, lo que dijo el extranjero en lo fundamental es cierto. La Corrupción penetró profundamente ese cuerpo armado y los resultados, no pueden ser más nocivos para este pueblo.
Ahora lo que espera la nación es que se tomen las medidas necesarias, dentro del proceso de reforma policial, para tratar de corregir, aunque sea en parte, tanta podredumbre en esa institución.