Este lunes 28 de agosto se inicia el año escolar 2023-2024, en medio de buenas expectativas, aunque no exento también de interrogantes que deben ser respondidas.
Como es normal el regreso a clase, genera un estremecimiento en la sociedad, ya que nadie queda al margen de las situaciones creadas por tal acontecimiento, aun aquellos que no tienen hijos en las aulas.
Solamente el impacto que esa realizada genera en el aumento del transito vehicular, en las primeras horas de la mañana, ya que es un factor que incide en la psicología de los ciudadanos.
Al inicio de este año lectivo hay un buen ambiente entre los actores fundamentales del sistema, como son las buenas relaciones entre el ministerio de Educación, vale decir el gobierno, y el sector magisterial.
Durante las vacaciones arribaron a acuerdos importantes en busca de mejorar la calidad de la enseñanza del país y otras medidas que acosan el fantasma del conflicto.
También el gobierno anuncia un ambicioso plan de transporte para el estudiantado, que debe incidir positivamente para el mejor desenvolvimiento y la economía familiar.
Pero siempre aparecen nubarrones, como lo es la falta de aulas que implica alquilar locales, muchas veces sin las condiciones adecuadas para un afectivo aprendizaje del alumnado.
De todos modos, apostamos por un buen desempeño para el sistema educativo nacional, durante el año lectivo iniciado hoy.