Desde esferas oficiales han surgido voces donde advierten que es insostenible el mantenimiento del programa de Medicamentos de Alto Costo, que patrocina el estado por medio del Ministerio de Salud Pública.
Una información alarmante que llena de desasosiego a cientos de enfermos y sus familiares por todo el territorio nacional, que tienen en ese renglón la única esperanza de sobrevivir, o al menos, extender un poco sus vidas.
La noticia es como una sentencia de muerte para muchos hombres, mujeres y niños cuya única alternativa es lograr sus medicinas por ese programa, altamente subsidiado por el gobierno.
El mismo opera desde hace varios años y juega un rol determinante, es decir, de vida o muerte, para tanta gente, cuyo único pecado es pertenecer a ese amplio sector de nuestro pueblo que no tiene, o tiene pocos recursos económicos.
Las autoridades nacionales deben hacer conciencia que cerrar ese capítulo en la inversión en la salud es un crimen masivo, que tendrá graves repercusiones para la sociedad, sin excluir un alto costro político para el actual equipo gobernante.
Se habla de una inversión superior al año de siente mil millones de pesos, pero esas es una cifra insignificante, relacionada con el monto del Presupuesto Nacional y ni se diga, en comparación con el Producto Interno Bruto.
Y no olvidar que estamos en un país con alto índice de corrupción, independientemente, que en la actual administración ese flagelo haya disminuido, y de gastos e inversiones muchas veces no tan prioritarias.
Una nación donde hay embajadores que ganan mas de 40 mil dólares mensuales, cifra superior a los dos millones de pesos, que en algunos casos supera los salarios de los más altos puestos del gobierno norteamericano.
Se impone, por tanto, que el gobierno busque esos recursos, aunque sean mas de diez mil millones al año, recortándolos de otros gastos para mantener ese ´programa, que es de vida o muerte para tantos dominicanos.