La decisión del gobierno dominicano de aumentar la deportación de haitianos ilegales, por lo que se ha visto presionado por Estados Unidos para que acepte su forma de solucionar la crisis afecta a Haití.
El gobierno dominicano, a través de su Ministerio de Relaciones Exteriores, reaccionó “de forma s enérgica » y rechazó” el comunicado de “Alerta de Estados Unidos a sus ciudadanos, llamado »: Reforzamiento en curso de migración en República Dominicana”, emitido el pasado sábado 19 por la embajada estadounidense, en el país, al considerarlo “manifiestamente infundado, extemporáneo e infeliz”.
Los términos de ese comunicado, subraya la cancillería dominicana, “contradicen la excelente relación bilateral que existe entre República Dominicana y Estados Unidos” en los ámbitos político, económico, militar, social y de cooperación, sea en materia de narcotráfico, trata de personas, contrabando de armamentos y municiones, corrupción o lucha contra la impunidad.
Nuestro país, apunta, es el primer socio comercial de Estados Unidos en el Caribe y el sexto en Latinoamérica.
“Hemos sido uno de los aliados más confiables de Estados Unidos en el mantenimiento de un sistema internacional libre, abierto, próspero y seguro para todas las naciones” agrega el Ministerio de Exteriores, recordando que “fundamos la Alianza para el Desarrollo en Democracia, para promover los valores democráticos y los derechos humanos”.
“Desde el inicio del presente gobierno, hemos denunciado ante la comunidad internacional de manera reiterada y sistemática la alarmante situación en Haití, agravada desde el magnicidio del presidente Moise, sin que ésta haya tomado las medidas apropiadas para enfrentar la explosiva realidad humanitaria, social y política en el vecino país, que afecta gravemente la seguridad nacional de República Dominicana”, establece el ente en una declaración de respuesta a la embajada estadounidense.
Desde hace varios lustros, precisa, “el grueso de la carga ha recaído, en particular en términos migratorios, sobre nuestro país”, y “una parte importante del presupuesto de salud dominicano actual se dedica, de manera gratuita, a la población extranjera, primordialmente haitiana”.
A seguidas apunta que ese aporte en los gastos de salud a esta población se manifiesta en el 32,4% de las camas de maternidad de los hospitales públicos; el 10,3% de las emergencias; el 14,9% de los internamientos; el 9,8% de las cirugías y el 8,3% de las consultas.
“Sin el apoyo de la comunidad internacional, hemos hecho un esfuerzo extraordinario por mantener abierta la frontera para permitir a la población haitiana el acceso a alimentos vitales, medicamentos, combustibles y agua”, añade, y “hemos mantenido abierto el flujo comercial, a pesar del número de secuestros de dominicanos, incluyendo un diplomático de nuestra embajada en Haití”. Por su parte, dice, “nuestras fuerzas armadas cargan de manera unilateral con el alto costo de brindar seguridad a la totalidad de la frontera entre los dos países, manteniendo unos 9,000 efectivos en dicho lugar”.