Al participar este jueves de El Café de la revista matutina Diario 55, Nelson Bautista, miembro del Consejo Administrativo del Jardín Botánico de Santiago, se refirió al préstamo aprobado por el Gobierno para combatir el Cambio Climático, destacando que esa iniciativa importante solo verá sus frutos si se invierte en la práctica.
De acuerdo con el invitado, gran parte de esos fondos son destinados a estrategias para responder a desastres y daños en el país a raíz de eventos atmosféricos y otros proyectos para evitar crisis huminataria dadas por el impacto de los efectos del Cambio Climático.
A modo de ejemplo de buena práctica para combatir el cambio climático, destacó el trabajo que se está realizando con la adecuación del Arroyo Gurabo, el cual es un proyecto vinculado a la mitigación de desastres por el imapacto de dicho fenómeno global.
Explicó que las familias que habitaban en las casuchas que por décadas se instalaron allí, en esos sectores marginados, corrían el riesgo de ser arrastradas durante tiempos como estos de largos días de constantes lluvias.
«En tiempos como estos de lluvias hace rato estuvieran las autoridades en todos los hoyos de ahí sacando gente», comentó.
Resaltó que, evidentemente, el cambio climático es una realidad y que en el incremento de la crisis del clima, en el que se supone que ese tipo de fenomenos se verán más frecuentemente, se debe actuar conm tiempo o el país se enfrentará a tener más crisis humanitaria por el riesgo de pérdidas de vidas.
«En la practica, penosamente, eso se queda muy bonito en el papel», criticó el ambientalista.
Asimismo, este expresó que espera que verdaderamente dichos fondos sean utilizados para lo que se solicitaron y no se caigan en las tendencias ya arraigadas de derrochar los recursos en gastos administrativos, consultores internacionales y documentos que, al final, solo se utilizan para embellecer los anaqueles de los funcionarios.
«Como ambientalista y como ciudadano, vivo con un dolor permanente», mencionó, a lo que deploró la cantidad de proyectos que han quedado en el abandono por un manejo incorrecto del dinero.