Deseo expresar unas palabras como ha sido el sentir de muchos dominicanos.
No tengo la dicha de conocer la familia que formó Juan de Dios Ventura Soriano, mejor conocido como: Johnny Ventura. Sin embargo, estos últimos días en que todo el mundo ha estado al tanto de todo lo que ha acontecido alrededor de su muerte y de lo colateral; la manera en que se han manejado y comportado sus familiares nos dice y deja saber el ejemplo que y el tipo de educación, que formó junto a su esposa, Doña Nelly Josefina, Fifa.
La manera de expresarse de cada uno y de mostrar sus sentimientos y la manera de cómo han enfrentado todo esto que nos han parecido una pesadilla y tener que iniciar cada día sabiendo que tan grandes pueden llegar a ser los hombres cuando no pierden su humanidad y su sencillez. Que la grandeza se mide por la verdad que sale a relucir por la expresión de cada persona sobre alguien que llegó a lo más alto y entonces sabes que todo era cuanto ese hombre mostraba, que no había, dobleces ni falsedades.
Don Johnny con el cariño mostrado por su pueblo en estos días y principalmente en su velatorio y entierro, deja, no solo a su familia sino a cada uno que le conoció a través de su música; de su trayectoria; un legado de que es posible llegar a la calidad de lo bueno, siendo responsable; honesto; sensible; solidario; auténtico y profesional.
Mi gran respeto para cada miembro de la familia, por la gallardía y hasta vulnerabilidad que se han permitido mostrarse ante tanto dolor y ante tantas cosas que han ocurrido; ante tantos momentos que han tenido que sortear. Mi gran admiración.
Don Jhonny Ventura, ha trascendido lo humano, para quedarse en lo inmortal, porque queda su historia; su ejemplo; su enseñanza; su vida; sus pasos; que eso no se lo lleva ni lo vence la muerte, porque ya está en el corazón de este pueblo y del mundo que le conoció y donde dejó su excelencia.
Loor a quien en vida se llamó, Juan de Dios Ventura Soriano, Jhonny Ventura. Gracias por transcender a lo artístico, y dejarnos tantos mensajes en acciones y palabras. Y que esto, podamos verlo en su familia y en lo que vimos en un pueblo lanzado a las calles. Su gran y buen ejemplo sobrevive, y eso es lo que importa y lo que requiere sociedades como la nuestra.