Los inicios de agosto lo recordaremos por siempre, no solo ya por el día 6 que resulta importante dentro del deporte olímpico de nuestro país por la ganancia de medallas, sino, porque en este año 2021, han llegado en un momento donde hemos atravesado una pandemia; que nos ha traído secuelas emocionales; físicas; económicas y psicológicas. Estos logros de estos muchachos y el esfuerzo combinado de todos los que conformaron la delegación dominicana, nos llega como bálsamo, aunque el mismo sea momentáneo, pero dicen que lo bueno dura poco y debe disfrutarse.
Sin embargo, el ejemplo nos queda y el legado es el que perdura, para mostrarnos que a pesar de las limitaciones de todo tipo, el ser humano es de sobreponerse y sacar lo mejor de sí para salir adelante y convertirse en gloria propia y de los demás.
Aunque estamos completamente consciente que aquellos que obtuvieron medallas, como el equipo de béisbol; Marileidy Paulino; Zacarías Bonnat Michell; y Crismery SantanaPeguero; en todo momento tuvieron la motivación, desde que practicaban en sus inicios hasta obtener sus logros individuales, pensaban en la gran responsabilidad de representación que tenían y que toda su familia y un pueblo los observaría y observaba. Ahora bien, había la motivación que no debe faltar, ante quien tiene condiciones de superación para sí y lo suyos, y es esa parte económica que fue anunciada. Porque representa esa especie de compensación que muchas veces no ofrecen disciplinas como el atletismo o la halterofilia, en el caso del béisbol es lo normal, ver y ser agraciado con los contratos millonarios.
Esta última parte que hemos mencionado nos indica que tan fundamental es el apoyo en recursos de toda índole para el deporte olímpico. Que no haya necesidad de seguir mendigando y siendo cenicienta en esos aspectos.
Que haya un reconocimiento mucho antes de subirse a un podium para recibir un premio. Que esos atletas se sientas protegidos desde que pisan una cancha o una pista. Que no haya que ver sacrificios extremos para que podamos ver lo que está a la vista de todos.
Qué bueno que estos atletas nos hayan llenado de gloria y orgullo. Ahora nos toca a nosotros como nación, hacer lo indecible por ellos, porque cumplieron. Ahora le toca al Estado tomar esos ejemplos y a partir de aquí, como la raya de Pizarro, ser un antes y un después de Tokio, Japón, en cuanto apoyo se refiere al atleta dominicano, para que podamos sentir como país que es un logro colectivo.