¡Blasfemo!, ¡Insolente!, ¡Sacrílego!, ¡Desvergonzado!, ¡Ese hombre es el mismo diablo!… Estas fueron algunas de la expresiones que tronaron por el mundo, en contra del escritor, poeta y dramaturgo portugués José Saramago (1922-2010) por su novela “El Evangelio según Jesucristo” (1991).
Obra catalogada como “Ficción histórica”. En ella se narra la historia de Jesucristo, desde el momento de su concepción (humana y divina) hasta su crucifixión, recreando su apasionante y atribulada existencia matizada de penas, alegrías, rebeldía, vida errabunda, predicación, labores de pastoreo, amores con María de Magdala, milagros, encuentros con el diablo y Dios, pactos con éste, cumplimiento de la voluntad divina…
Jesucristo luchó contra el sistema establecido, rompió las normas acercándose a los pobres, y a otros marginados sociales. Predicó en los suburbios, criticó la jerarquía de los monarcas, repudió la violencia y murió fiel a su ideal. Jesucristo es rebeldía, y, aunque combatió sin armas ocasionó una de las mayores revueltas de la historia con su prédica de paz, igualdad, dignidad y humildad…
“El Evangelio según Jesucristo”, ha prevalecido por su incuestionable calidad y está considerada entre las más importantes de la literatura universal. Por ella y por el conjunto de su obra, le fue conferido el Premio Nobel de Literatura (1998). José Saramago fue un escritor prolífico y, en distintos géneros, publicó diecisiete novelas, cinco relatos, cuatro crónicas, cinco obras de teatro y una guía turística. Algunos de sus títulos: Ensayo sobre la ceguera, La caverna, Memorial del convento, Todos los nombres, Caín…
José Saramago se autodefine como un escritor “atípico”. Y agrega: “Solo escribo porque tengo ideas. Sentarme a pensar que tengo que inventar una historia para escribir un libro nunca me ha pasado y nunca me pasará. Necesito algo que me sacuda por dentro y que se agarre a mí con fuerza para comprender que ahí hay algo que contar”.
Su pensamiento filosófico se inscribe dentro de la llamada literatura escéptica, es decir, la que se refiere a obras cuyo tema y convicción particular “es la imposibilidad cognoscitiva del ser humano y sus implicaciones éticas, políticas, religiosas y existenciales”. Especialistas vinculan su obra con su vida personal: Un hombre humilde, luchador, rebelde en su prédica política y literaria…Su origen económico muy pobre, no fue obstáculo para que pudiera convertirse en uno de los mejores escritores del mundo.
La obra de este gran escritor, José Saramago, estará siempre vigente por su gran capacidad creadora, su estilo literario; y, por ser un paradigma de superación ante las adversidades de la vida.