La regulación, aprobada el pasado febrero por la Administración de Bienes Terapéuticos australiana (TGA, en inglés), entró en vigor este sábado.
Los psiquiatras podrán recetar la droga sintética o psicodelicas para el tratamiento del síndrome de estrés postraumático y la psilocibina para depresiones que no mejoren con otros tratamientos.
Al tomar la decisión, el organismo regulador citó «evidencia suficiente» de que las drogas pueden ser útiles para ciertos pacientes con las mencionadas patologías. Asimismo, afirmó que los ensayos habían revelado que estas sustancias son «relativamente seguras» cuando se utilizan en un «entorno médico controlado».
Australia es la primera nación en regularizar el uso de esas drogas a nivel nacional, a diferencia de países como Canadá y EE.UU., donde su uso médico está permitido pero solamente en ensayos clínicos o en casos específicos.
HONGOS PSICODELICOS
Los hongos psilocibios, también llamados hongos alucinógenos, son hongos que contienen sustancias psicoactivas como la psilocibina, la psilocina y la baeocistina.1 En un primer momento de lente metabolizada a psilocina, la cual actúa como un agonista parcial en los receptores de serotonina 5-HT2A y 5-HT1A en el cerebro.
Fueron una de las primeras drogas empleadas por la humanidad. Hallazgos arqueológicos muestran que ya en 1600 a. C. se consumía la especie Amanita muscaria en la India. Se los ha asociado al Soma y al Haoma, la droga sagrada de la inmortalidad en las culturas indo iranias, a la ambrosía de los mitos griegos, a los misterios de Eleusis, también en la antigua Grecia, e incluso (minoritariamente) a los orígenes del cristianismo. Los utilizaban las tribus nómadas de Siberia en ritos comunales de indulgencia. Estos conocían algo sobre el metabolismo de los alcaloides responsables de los efectos alucinógenos del hongo, si se bebía la orina, se podían prolongar los efectos.
Existen varios géneros y más de 200 especies que contienen estas sustancias. Los géneros son, entre otros: Agrocybe, Conocybe, Copelandia, Galerina, Gerronema, Gymnopilus, Hypholoma, Inocybe, Mycena, Panaeolus, Pluteus y, sobre todo, Psilocybe, género al que pertenecen la mayor parte de las especies que contienen estas sustancias. Hay quien los usa como una droga alternativa. Es necesario tener la precaución de no confundirlos con setas venenosas.
La mayoría de las especies (53) se encuentran en México (por ejemplo, en San Mateo Río Hondo, San José del Pacífico en la región montañosa de la Sierra Madre del Sur, entre la capital del estado de Oaxaca y el océano Pacífico),56 las demás están distribuidas en los Estados Unidos y Canadá (22), Europa (16), Asia (15), África (4) y Australia y las islas cercanas (19).7
En general, las especies de hongos que contienen psilocibina muestran esporas oscuras, láminas y crecen en prados y bosques subtropicales y tropicales, generalmente en suelos ricos en humus y en detritos vegetales.
En la actualidad, algunos grupos en la zona que abarca del centro de México hasta Oaxaca siguen usando este tipo de hongos: grupos de nahuas, mixtecos, mixes, mazatecos y zapotecos, entre otros.9 Un personaje importante en la historia del uso medicinal de los hongos fue María Sabina.