Opinion

Boric y el servicio público

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Saliendo del ámbito de la Pandemia, llegó al poder el joven presidente chileno, Gabriel Boric Font, con menos de cuarenta años, quiere esto decir que pertenece a una generación que no vivió el proceso de dictadura de Pinochet, sin embargo, sus ideas son pre claras en cuanto a lo que fue esa etapa y lo que ha supuesto para su país.

El viene de las luchas estudiantiles y de ser líder de las mismas y además fue diputado desde el año 2014. Entonces, no estamos hablando de un improvisado en las áreas del Estado. Hasta ahora, ha mantenido un discurso a favor de las mejorías de las condiciones sociales de los chilenos y principalmente, se ha enfocado en llevar ejemplos de confianza hacia lo que son los servicios sociales de ese país.

Lo último que se ha conocido, recientemente, ha sido el nacimiento de su primera hija, Violeta Boric Carrasco, lo cual lo convierte desde el siglo pasado, en el primer mandatario en ser padre soltero. Perteneciendo a una generación que tiene otra visión distinta a la de muchos mandatarios de Latinoamérica y del Caribe.

Sin embargo, lo relevante y el impacto que ha causado este nacimiento, además de la  alegría colectiva, es que fue en un hospital de Santiago de Chile, ubicado en la Universidad de Chile. Y con esto, marca su coherencia a favor de que a los servicios de salud tengan acceso la población y no tengan diferencia alguna, sino que exis­ta equidad e igualdad de condiciones para cada chileno.

Esto en serio que nos llamó poderosamente la atención, porque: ¿Cuándo los dominicanos podremos ver el uso de los servicios de salud en hospitales que sean utilizados por el presidente de la República, ministros o legisladores?  Usted quizás entienda que esto es politiquería, porque estamos tan acostumbrados a eso en nuestro país, que solo podemos verlo hacia ese panorama.

Sin embargo, sabemos que esto como sucedió en Chile, y que el mayor ejemplo lo acaba de ofrecer el primer mandatario del país, no sucederá en el nuestro porque para eso, tendríamos que tener servicios sociales y de salud de dignidad y calidad, igual o mejor que los que existen en las clínicas, pero sin tener que asumir altos costos que rompan el bolsillo o descuadren la economía de cualquier ciudadano dominicano.

Es bien sabido cuál ha sido una de las grandes promesas a este pueblo, y es gozar de una salud de calidad y a la que tengan acceso cada dominicano que visite un hospital, sea de clase baja como de clase alta.

Lo que hemos visto, es que cuando hablamos de hospitales, aquí, en la tierra que ha visto nacer tantas buenas dominicanas y dominicanos, es sinónimo de descuido, carencias, falta de higiene, y de un servicio medio. Y esto, no es atacar a una gestión en particular, sino que la historia está presente en cada centro de servicios de salud y si bien se han hecho esfuerzos, no es aún suficiente, como para que la confianza que se muestra en otros sistemas de salud, que cualquier ciudadano que desee ingresar a un hospital, pueda estar seguro de que tendrá el mismo trato o condiciones que una clínica privada.

Lo ideal y lo plausible fuera, que esto que hemos visto en Chile, sea lo que podamos ver algún día, en que funcionarios altos, medios y bajos, y cualquier ciudadano dominicano, pueda llevar a su esposa o hijos a centros de salud pública, con la confianza que lo hace a un centro privado de tantos que han proliferado producto de la deficiencia estatal, y lo mismo sucede hoy día, con el aspecto educativo.  ¿Podremos algún día en nuestro país ver un ejemplo similar al de Boric? Lo dejo a su respuesta que comenten.

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