El Arzobispado de aquí consideró que en el país se tiene que restaurar la justicia social, que considera ha sido debilitada por aquellos que, pudiendo implementarla y fortalecerla, se convierten en obstáculos para su aplicación, porque solo piensan en sus intereses, olvidando que el nuevo nombre de la paz, es la justicia.
La sugerencia del principal estamento de la Iglesia católica en esta demarcación se produce a propósito de cumplirse el próximo lunes 158 años de la Restauración de la República.
Dicho criterio aparecerá expuesto en la edición del domingo del semanario Camino, su vocero escrito, a través del editorial titulado “La otra Restauración”.
Así mismo, el Arzobispado destaca que en el país se necesita restaurar la vida de tantos jóvenes “que perdieron la ilusión de existir, porque en las familias y la sociedad sólo van encontrando antivalores, que muchos de ellos ya han asumido como nuevo estilo de vida, sin importar las consecuencias”, precisa.
Es de opinión de que en los actuales momentos en el país se necesita otra acción, como la Restauración de la República de hace 158 años, pero que la misma debe realizarse por senderos diferentes.
Dice que hoy es urgente restaurar la esperanza que muchos han perdido en que es posible construir un futuro más digno para todos los que habitamos en esta patria amada.
Entre las cosas que el Arzobispado entiende que se deben restaurar en el país resalta la transparencia en la administración pública, por “a los cargos se va a servir, no a servirse de ellos, para acumular riqueza mal habida”.
En tal sentido, el editorial hace suyo el lema del mes de nuestra Iglesia, de que es mejor tener poco con honradez, que mucho con injusticia.
De igual manera, Camino que también hay que restaurar la actividad política para hacer de ella un apostolado de entrega y servicio, como la concibió el patricio Juan Pablo Duarte.
“Tenemos que restaurar la justicia social, debilitada por aquellos que pudiendo implementarla y fortalecerla se convierten en obstáculos para su aplicación, porque solo piensan en sus intereses, olvidando que el nuevo nombre de la paz, es la justicia”, remarca el editorial.
También, considera que hay que restaurar la seguridad ciudadana, que estima está secuestrada por quienes ven en el crimen y la violencia la razón de su existir.
“Que al celebrar un nuevo aniversario de la Restauración de la República, hagamos el compromiso de ser fieles a nuestros libertadores, completando la obra que ellos iniciaron”, para concluir en que ese es el reto.
