Una grave tragedia se vivió durante la pasada noche en la cárcel de Tuluá, en el departamento colombiano del Valle del Cauca, que ha dejado hasta el momento un saldo de 51 muertos y 30 heridos, después de que los reclusos provocaran un grave incendio durante el transcurso de un motín.
La emergencia pudo ser controlada alrededor de las 02:00 de la madrugada de este martes, mientras que el cuerpo de bomberos logró dominar las llamas.
Según el director del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC), general Tito Castellanos, el grave incidente comenzó cuando se inició una riña en el pabellón 8, que alberga a cerca de 200 reclusos, relató a Blu Radio.
«Ellos incendiaron las colchonetas, sin pensar que esto los iba a afectar. Una vez se genera el incendio, se genera un efecto cascada en todo el pabellón, los integrantes de la guardia logran evacuar a la mayoría de los privados de la libertad», explicó Castellanos.
El origen de la trifulca
Se especula que el origen de la trifulca pudo ser el control territorial de ese pabellón o incluso el traslado de alias ‘Pipe Tuluá’ a la cárcel de Combita, hace ocho días, según señaló el director del INPEC.
Al parecer, los fallecidos fueron producto tanto del fuego como de la pelea desatada, mientras que entre los heridos se encuentran también funcionarios de prisiones.
El presidente saliente de Colombia, Iván Duque, lamentó los hechos ocurridos en el recinto penitenciario y anunció que había dado instrucciones para adelantar investigaciones que esclarezcan los hechos. «Mi solidaridad con las familias de las víctimas», concluyó.
También el mandatario electo, Gustavo Petro, envió sus condolencias a las familias de los fallecidos. Para el líder del Pacto Histórico, esta tragedia «obliga a un replanteamiento completo de la política carcelaria de cara a la humanización de la cárcel y la dignificación del preso». «El estado colombiano ha mirado la cárcel como un espacio de venganza y no de rehabilitación», criticó.
