A la verdad que siento una gran admiración, respeto y cariño hacia ese viejo roble del perredeismo.
Controversial, agudo, firme, con una militantica leal desde los años 70 en el partido blanco.
Desde su nacimiento, en su seno, el PRD se ha caracterizado por una vida interna que gira en torno de las relaciones y las tensiones entre líderes y grupos.
Lejos quedaron las apuestas del PRD que se exponían en campañas electorales, oposición y protesta social.
La trayectoria del PRD, de la que Fiquito es parte importante, ha sido una impronta claroscuro a la luz de las ambiciones, las esperanzas y las expectativas de sus orígenes…
Con la última división, de la que Fiquito fue pieza fundamental, se pensaba que ya terminarían la malquerencia, las disputas personales y las ambiciones desmedidas.
Se pensaba que eran ya cosas del pasado las prácticas degenerativas, repartición cuantitativa de espacios de poder, enfrentamientos sistemáticos, elecciones internas fraudulentas, acuerdos de aposentos, etc.
El PRD logró el equilibrio entre líderes, grupos dirigentes y militantes, era lo que se veía en la nueva época, donde Miguel Vargas asumió al PRD.
Surgió una tendencia renovadora. Donde Fiquito como secretario nacional de Organización jugó y juega papel de primer orden.
O sea, Fiquito, juntos a otros valiosos dirigentes tenían la responsabilidad fundamental de la política de crecimiento y organización partidaria, ejecutor de la estrategia y táctica del PRD.
En ese orden también ocupó, como correspondía, puesto fundamental en el gobierno pasado dentro del acuerdo PLDDanilo PRD.
Incluso, Miguel Vargas, presidente del PRD, les dio poderes, y gran parte de la cuota de ese gobierno compartido, la distribuyó Fiquito Vásquez.
Que, por cierto, no se hicieron las distribuciones de cargos y ministerio con un fin político, cada cual asumió de manera personal esos puestos, trayendo disgustos y mala distribución.
Sin embargo, ahora resulta que Fiquito la emprende contra Miguel Vargas, es el causante y responsable de la quiebra del PRD.
O sea, Fiquito, Mariñez y comparsa, que hoy están contra Miguel no eran los que andaban organizando y dirigiendo el PRD,acaso sobre ellos y otros, no depositó Miguel Vargas la confianza y recursos para hacer el trabajo político.
Me han sorprendido unas declaraciones de Fiquito Vásquez, en su búsqueda legitima de ser presidente del PRD, veamos: “Rechazó que el actual presidente del PRD, Miguel Vargas Maldonado, siga dirigiendo esa entidad, a quien considera responsable de la baja votación que obtuvo en las elecciones de 2020”.
“Es evidente la desconfianza en el presidente del partido, ingeniero Vargas, por los resultados a que lo ha conducido”.
Recordó que el PRD obtuvo en el recién pasado proceso electoral apenas 88,147 votos, un el 2.41 por ciento. No obstante, dijo que Vargas Maldonado debe ser parte de ese proceso”.
Esa es una forma vieja, obsoleta de concebir y practicar la política…
Honestamente, que pensé que mi amigo Fiquito, en este tránsito de su vida y de su vida política asumiría la conciliación, el acuerdo para la emergencia de nuevos liderazgos en el PRD y la desaparición del viejo, que esperaría el 2023, como está establecido y es lo legal, para que se haga una convención y no la urgencia particular de él de que sea ahora, violando procedimientos y normas y reglas.
En medio del momento de la derrota electoral, baja votación del PRD, Fiquito surge con esta tormenta, con esta disputa interna, que a la gran mayoría del partido y fuera de la organización le ha extrañado y llamado a suspicacia.
Porque orgánicamente, institucionalmente, a nivel de arraigo social, político y económico es utopía pretender enfrentar al nuevo líder y presidente del PRD, Miguel Vargas, derrotarlo internamente.
Con el ascenso de la figura de Miguel Vargas en el PRD, la cual él ayudó a construir, la sombra de un nuevo caudillo y líder nació, y estableció una tregua y, al mismo tiempo, reconfiguró el escenario de los conflictos internos.
Se empezó entonces a vislumbrar el pasaje de los conflictos en el PRD como algo del pasado.
Demasiado arraigado está en el PRD el miguelismo…
Pienso que los deslindes de Fiquito pasaran en breve.
Sabe mi amigo Fiquito que la unidad es que da fuerza, que el PRD tiene que estar unido para su reorganización, adecuación y asumir la movilización popular, la oposición constructiva.
En el PRD, él asumió la complicidad con Miguel Vargas de su renovación, cambio y adecuación. Y de todo lo que pasó y dejó de pasar.
Miguel Vargas será el candidato presidencial del PRD para el 2024, lo de la presidencia del PRD será en el 2023 por reglas, normas y estatuto. En ese escenario participará Fiquito o tal vez surja un candidato, nuevo, renovado y actualizado, quien sabe, con el apoyo de Miguel y del viejo Fico.