Las Escuelas Radiofónicas Santa María cumplen 50 años de fecunda labor de educación a distancia. Formalmente nacen el 1 de agosto de 1971, inspiradas en la Metodología del Sistema de Educación a Distancia, original de las Islas Canarias, aunque hubo un preámbulo en el período 1965-1970, transmitiendo desde el Santo Cerro, La Vega.
Su filosofía educativa se basa ¨en que los estudiantes son agentes activos de su propia liberación…¨. Para lograr ese propósito asumen la pedagogía ignaciana, ¨cuya razón de ser es enseñar a pensar y enseñar a aprender, tanto en el ámbito académico-cultural como en el ámbito humano-cristiano¨.
El haber contribuido a mejorar la calidad de vida de jóvenes y adultos dominicanos, mediante la educación a distancia, constituye su más preciado resultado, porque lograron cambiar la condición de iletrado por la de letrado; y, además, porque esa nueva condición influyó para mejorarlos socialmente….¨para ser más¨, como reza su lema.
Sus logros están contenidos en el documento: ¨Lo que somos y lo que queremos ser¨, los cuales resumimos así: ¨Las Escuelas Radiofónicas Radio Santa María, desde 1971 hasta 2021…se traducen en una presencia en 23 provincias, con 168,430 personas alfabetizadas hasta un 3er grado, 118,631 graduadas de Primaria y más de 20,000 de Secundaria, apoyados por una red de maestros facilitadores y de emisoras y de oficinas regionales¨ (Pág.1)
Bien merecen las Escuelas Radiofónicas y todo su personal, el reconocimiento del país, por esa ingente labor docente; pero sería mejor que el Estado fortalezca las mismas, especialmente con las nuevas tecnologías y la internet, para disminuir más la brecha de los que aún no tienen acceso a la educación, y, hasta implementar nuevos programas, para contratacar otro fenómeno que nos afecta como nación: el cultural.
Para finalizar les dejo con las expresiones de un egresado de las Escuelas Radiofónicas. Ha demostrado ser un hombre trabajador y honesto, capacitado y solidario, respetuoso y responsable. Este es su testimonio:
¨Estudiar por ERSM me marcó profundamente. Yo era un joven inquieto, pero sin horizontes filosóficos claros. En las Radiofónicas aprendí lo propio de la instrucción curricular, pero mucho más que eso. En los ¨esquemas¨ de cada semana había una página dedicada a crear una conciencia crítica en el estudiante. En ellas descubrí muchos valores. Aprendí a pensar, a reflexionar y a ver la vida desde una perspectiva más humana, profunda, ética y de compromiso social. Como escuela católica es lógico que llevara esos valores, pero no era un lavado de cerebro para evangelizar, sino una educación para liberar la mente, y que el individuo crezca y pueda insertarse en la sociedad para luchar por un mundo de justicia, amor y equidad. El camino tomado valió la pena¨. (Leoncio Peralta. Coordinador Listín Diario, Santiago).