En este 27 de febrero, día conmemorativo del 179 aniversario de nuestra Independencia Nacional, que nos legaron Duarte y Los Trinitarios, es necesario reafirmar nuestra dominicanidad, y rechazar con gallardía y sentido patriótico las constantes violaciones a nuestra soberanía. En estos momentos cuando sectores espúreos de nuestra suciedad, sí, de nuestra suciedad, pretenden desconocer y menospreciar y, hasta tergiversar la abnegación de nuestros Padres Fundadores, para darnos la nacionalidad. Es deber nuestro convertirnos en una sola voz estentórea y en un solo vigoroso y beligerante puño para detener a los que en connivencia con organismos injerencistas foráneos, castrenses y palaciegos se han dedicado a mancillar nuestro suelo patrio.
Que este 27 de febrero, fecha histórica, nos haga reflexionar sobre la peligrosidad de la invasión del vientre, si queremos seguir teniendo patria, pues si nos tornamos en pusilánimes, en aproximadamente 50 años, tendremos regidores, alcaldes, diputados, senadores y, posiblemente, un presidente de origen haitiano. Y, por consiguiente, ya no seríamos dominicanos, porque no tendríamos patria. Y entonces, de qué sirvió el sacrificio de Duarte, Sánchez, Mella y los demás Trinitarios?
Hoy enarbolemos con orgullo nuestro lienzo patrio, nuestra Bandera Nacional. Vamos a exhibirla en el frente de nuestros hogares y en nuestros vehículos; vamos a demostrarle al mundo que somos dominicanos y que no cejaremos un ápice de nuestra nacionalidad y, que por sobre todas las vicisitudes amamos a nuestra Patria.
Viva el 179 aniversario de nuestra Independencia Nacional.
Viva la República Dominicana!!
Jimmy García